Alsina, buen presente y un futuro prometedor
Hace unos días recibimos el llamado de nuestro amigo Diego Goapper quien nos invitó al pesquero Don Ernesto para que aprovechemos el momento. Está saliendo mucho pejerrey y hay sorpresas mezcladas. En cada jornada es común ver salir pescadores con pejerreyes que superan el kilogramo, así que pusimos fecha y nos dirigimos a la cola de la laguna Alsina, donde está ubicado el pesquero.
El primer viaje organizado debimos postergarlo por el gran viento que pronosticaban, y este Domingo pudimos concretar el viaje. Por razones de agenda Diego viajo a Corrientes donde también oficia de guía, así que al llegar nos había preparado el trucker para hacer el relevamiento. Charlamos un rato con Martin Insua Belesia, mano derecha de Diego, quien nos tiró algunas referencias de donde y como encontrar el pescado, y el contingente se embarcó para pescar. Integraban el mismo Carlos Sosa, mi hijo Enzo y mi nieto Vicente Toledo que ese día cumplía 9 años.
Navegamos un rato con laguna planchada y comenzamos a pescar, se nos complicaba un poco la tarea por que había muy poco viento, casi nulo, y en los momentos que una leve brisa soplaba aparecían los pejerreyes, cuando se planchaba los dentudos hacían de las suyas.
Así pasaron casi dos horas habiendo pescado 20 piezas de medida, mas algunos devueltos. De repente comenzó a soplar un viento hermoso de unos 17 km por hora que nos hizo garetear con la velocidad deseada y ahí sí, comenzó a picar el peje. Muchos piques de pejerreyes de todos los tamaños, muchos juveniles, los cuales devolvíamos, y medianos muy aguerridos.
Fue muy lindo ver al nieto ya echo un pescador, con una caña de 2,50mts y una línea de dos boyas pescando de flote, encañando como un experto y logrando hasta doblete, experiencia que deseo todos puedan tener una vez en la vida: pescar con el hijo y el nieto en una jornada esplendida.
El viento siguió in crescendo a tal punto que para garetear tuvimos que agregarle al muerto un ancla para que pudiera frenar un poco la velocidad de la embarcación, eso no hacía que mermara el pique, pero si incomodaba a los pescadores para tirar y en el momento de clavar había que ser cuidadosos porque si clavabas en falso las boyas se venían en forma violenta arriba de la embarcación.
Rindió muy bien la mojarra viva (por supuesto que nos provee siempre en la zona carnadas vivas El Artan y cuando hubo más viento también rindió el filet de pejerrey coloreado de rojo.
A eso de las 15:00 horas, y con la cuota cumplida decidimos regresar a comer a la costa y dejar de sufrir el viento que a esa hora supongo estaría a 40 km por hora de ráfagas.
No logramos sacar ninguna bestia, los más grandes llegaron a 600 gramos, pero la pesca fue espectacular, en una laguna que tiene un presente tremendo pero además de no surgir imprevistos, con un futuro muy bueno para la temporada entrante, por cantidad y calidad de pescado.
Luego de comer y preparar todo en nuestro0 móvil, regresamos a nuestro Chacabuco muy felices de relevar un lugar muy lindo en familia y de lograr muy buena pesca.
Como en cada nota que escribimos, les pedimos que sean conscientes que tenemos que cumplir lo que la ley rige en medidas, cuotas y vedas de cada especie para aportar nuestro grano de arena para que en un futuro nuestros hijos y nietos puedan disfrutar de esta pasión tal como lo hacemos nosotros hoy en día, y por supuesto dejar limpios todos los lugares a los que concurrimos, no cuesta nada en una bolsa llevarse toda la basura que hagamos en nuestra jornada de pesca.
Gracias por leernos, consultarnos y por seguirnos en nuestras redes.
Agradecemos a Grilon por proveernos de un multifilamento que no tiene igual.
Hasta dentro de 10 días con otro relevamiento, abrazo pescador.
Luis O. Ventimiglia
Pescad0r apasionado